Un reciente informe de Bob Nightengale ha puesto en evidencia las prácticas financieras cuestionables de los Piratas de Pittsburgh, planteando dudas sobre la capacidad del equipo para retener a su joven estrella Paul Skenes a largo plazo. Según fuentes del sindicato de jugadores (MLBPA) y propietarios de otros equipos, los Piratas estarían entre las franquicias más rentables del béisbol, pero reinvierten mínimamente en su roster, acumulando ingresos en lugar de fortalecer el equipo.
La discrepancia financiera
Mientras Nightengale señala que la propiedad de Bob Nutting destina los fondos del impuesto de lujo a áreas distintas al roster principal, una investigación de DK Pittsburgh Sports presentó datos contrarios, sugiriendo que la organización incluso opera con pérdidas. Esta contradicción revela un problema estructural: ya sea por falta de inversión o mala gestión, los Piratas no logran convertir sus recursos en competitividad.
Skenes: ¿La próxima víctima del ciclo de Pittsburgh?
Con solo 22 años y bajo control contractual hasta 2030, Skenes representa el tipo de talento que podría definir una era para los Piratas. Sin embargo, la historia reciente del equipo es desalentadora:
- Patrón repetido: Estrellas jóvenes como Gerrit Cole y Andrew McCutchen fueron eventualmente traspasadas.
- Ausencia de competitividad: Desde 2015, los Piratas no han sido contendientes serios en la NL Central.
- Fracaso institucional: El despido del mánager Derek Shelton (con un récord de 12-26) refleja una cultura perdedora que Skenes mismo criticó: «Alguien tenía que rendir cuentas, pero esto no resuelve el problema de fondo: necesitamos jugar mejor».
La raíz del problema
La responsabilidad recae en la dirigencia:
- Bob Nutting: Prioriza ganancias sobre rendimiento.
- Ben Cherington (GM): No ha construido un equipo viable pese a años en el cargo.
- Travis Williams (Presidente): Falta de visión para romper el ciclo de mediocridad.
Conclusión
Skenes ya ha demostrado ser un líder en el clubhouse, pero su futuro en Pittsburgh parece condenado si la organización insiste en el mismo enfoque. Con una nómina mediocre y sin señales de cambio, los Piratas podrían perder a otra superestrella —ya sea por trade o agencia libre—, perpetuando su papel como «equipo granja» de las Grandes Ligas.
¿La solución? Una reinvención total desde la cúpula. De lo contrario, Skenes seguirá los pasos de tantos antes que él.
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