El excampocorto dominicano de Grandes Ligas, Rafael Furcal, fue arrestado esta semana en Florida, enfrentando cargos por agresión agravada con un arma mortal y por arrojar un proyectil contra un vehículo ocupado. Las autoridades informaron que el incidente tuvo lugar el pasado lunes, y que el exjugador se entregó de forma voluntaria el miércoles al Departamento de Policía de Sunrise, en el condado de Broward.
Furcal, de 47 años y residente de Weston, fue liberado tras pagar una fianza de 7,500 dólares: 5,000 correspondientes al cargo de agresión agravada y 2,500 por lanzar un proyectil. A través de sus representantes, el exjugador alegó que actuó en defensa propia, asegurando que utilizó una piedra para protegerse de un camionero que, supuestamente, lo amenazó con un cuchillo. El caso sigue bajo investigación, y las autoridades no han ofrecido más detalles públicos sobre el altercado.
Un historial dentro y fuera del diamante
Furcal es conocido por una destacada carrera en las Grandes Ligas, donde fue Novato del Año en 2000, participó en tres Juegos de Estrellas y se coronó campeón de la Serie Mundial en 2011 con los Cardenales de San Luis. Su trayectoria incluyó pasos por los Bravos de Atlanta, Dodgers de Los Ángeles y Marlins de Miami, y es recordado por lograr una de las pocas jugadas de triple play sin asistencia en la historia moderna de MLB, en 2003.
En la pelota invernal dominicana, dejó huella con los Leones del Escogido y las Águilas Cibaeñas, siendo protagonista del famoso “Furcalazo” en la Serie Final de 2008 —un jonrón decisivo que impulsó a las Águilas a su vigésimo título de liga.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Furcal se ve envuelto en problemas legales. Durante su carrera profesional, fue arrestado en dos ocasiones por conducir bajo los efectos del alcohol, en 2000 y 2004. A lo largo de su paso por las Mayores, acumuló una fortuna estimada en más de 85 millones de dólares.
Actualmente, su nombre ya no figura en los registros de reclusos activos de la Oficina del Sheriff de Broward, mientras el proceso judicial sigue su curso.